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Y que nunca vi. Espera un segundo. LA CABAÑA DEL TÍO TOM A todas las naciones occidentales se les descubrió una mentira: la mentira de su humanismo fingido. Esto quiere decir que su historia no tiene justificación moral El trato amable del Sr. y la Sra. Shelby hacia los esclavos era típico del sur. Y que el occidente no tiene autoridad moral. “Vil como soy”, dice uno de los personajes de El idiota de Dostoyevsky, “no creo en los vagones que traen pan a la humanidad. Pues las carretas que llevan el pan a la humanidad pueden fríamente impedir que una parte considerable de la humanidad disfrute de lo que se trae juegos EL JUEGO DEL PIJAMA Por mucho tiempo, Estados Unidos prosperó. Esta prosperidad le costó la vida a millones de personas. Hoy, ni siquiera los más espectaculares destinatarios de los beneficios de esta prosperidad puede hacer perdurar estos beneficios. No pueden entenderlos ni vivir sin ellos. Pero sobre todo, no pueden imaginar el precio que tuvieron que pagar sus víctimas o súbditos para tener este estilo de vida y, por ende, no alcanzan a entender por qué sus víctimas se están rebelando. ¡Abajo! ¡Al suelo! ¡Tírense al suelo, ahora! ¡Maldita sea! Esta es la fórmula para que una nación o un reino decaiga. TERMINEN LA CRUELDAD EN JACKSON Porque ningún reino puede mantenerse sólo por la fuerza. La fuerza no funciona como sus defensores piensan que lo hace. LA ÚLTIMA AVENTURA La fuerza, por ejemplo, no muestra a la víctima la fuerza de su adversario. SOLDADO AZUL Por el contrario, muestra su debilidad, hasta el pánico de su adversario. MASACRE DE LA RODILLA HERIDA Y esta revelación llena a la víctima de pasión. Hubo un día en Palm Springs que recordaré por siempre. Un buen día. Estaba en Hollywood, trabajando en la versión para cine de la autobiografía de Malcolm X. Fue una tarea difícil, pues después de todo, había conocido a Malcolm, discutido con él, trabajado con él y le había tenido ese gran afecto que no es fácil distinguir, si es que se distingue, del amor. Billy Dee Williams había venido a la ciudad y se quedaba en la casa. Quería a Billy Dee para el papel de Malcolm. Teníamos el teléfono en la piscina y de pronto sonó. Y contesté. El reproductor de discos aún sonaba. “Aún no ha muerto, pero fue una herida en la cabeza”. Tengo noticias muy tristes para todos ustedes, y creo que para todos nuestros compatriotas y para la gente que ama la paz en todo el mundo. A Martin Luther King lo mataron de un disparo esta noche. Casi no recuerdo el resto de esa tarde. Recuerdo haber llorado un poco, más por la rabia de la impotencia que por el dolor, y que Billy trató de consolarme. Pero en realidad no recuerdo esa tarde en lo absoluto. HONREMOS A KING ¡ACABEN CON EL RACISMO! La iglesia estaba llena. Detrás de mí estaban Marlon Brando, Sammy Davis, Eartha Kitt. Sidney Poitier estaba cerca. Vi a Harry Belafonte sentado a un lado de Carreta King. Por una experiencia de la infancia, no suelo llorar en público. Y estaba concentrado en contenerme. No quería llorar por Martin. Las lágrimas parecían inútiles. Pero quizá también tenía miedo,