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Demasiado tarde. Siéntese. Jerry conoció a la señorita Bartelli por su negocio de lavandería. Se conocieron y lo conquistó. Mi nieta estaba por nacer. En ese entonces, visité a la dama y le rogué que parara. Se negó. El romance de Jerry continuó después de que nació la niña. Naturalmente, mi hija era muy infeliz. Visité a la señorita Bartelli una segunda vez. Fue inútil. Anoche, la visité de nuevo. La dama fue muy ofensiva. Yo no soy un hombre feliz, pero con los años se adquiere disciplina. Ella me hizo romper esa disciplina. La sujeté y Radio Siéntate, Bartelli. Cualquier cosa puede suceder con este calor, y sucedió. Pero me sentí tranquilo y satisfecho, como si hubiera hecho lo correcto. Esa mujer tenía el corazón de hielo. Hacía sufrir a la gente que amo. Quizá no lo crea, pero la maté por amor. Las estadísticas dicen Radio Olvidé qué dicen. Entonces recogí al chico. La inocencia personificada. Intenté alejarlo, pero no pude. Así que tuve que unirme a ellos. Cada hora se involucraba más. Yo pude haberme salvado, pero no a expensas del chico. Entre usted y yo, capitán Radio Radio la felicidad no es cuestión de broma. No. No llores, Helen. Jerry, llévala a casa. Esta noche tienes el derecho. Atesórala, y a cualquiera que ame de manera desinteresada como ella. Sí, lo haré. Regresaremos esta tarde. Será mejor que lo encierren. Liberen al chico. Tiene un autobús que tomar. June, él es un gran muchacho. Será un incentivo para ti. Empaca. Múdate cerca de él. Regresen juntos a Norfolk. Tomen un autobús que parta más tarde. Sí. Atraviesen juntos el estrés diario de la vida. Adelante. Imagínense, a mi edad, tener que aprender a tocar un arpa. CAPITÁN DILL ENTRADA Señor Bartelli. Es terrible lo que ocurrió, así que no guardemos rencores. ¿Temes que lo hayas lastimado? No lo golpee suficiente. Debí hacerlo más. Tendrá que esperar, muchacho. Tenemos un autobús que tomar. ¿A Norfolk? A casa. ¿A quién? Dime, Willie. ¿Quién maneja el balón mejor que tú? Exacto. Nadie. No podemos ir al pueblo sin el Sr. Benton. El Sr.
