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Está bien. ¿Lo ha visto ya? ¿Le ha echado un vistazo? La verdad es que no lo sé. Las topadoras llegan el día . Yo no soy el que lo programó, Ray. Necesito que te calmes. ¿Qué me calme? ¿Te das cuenta de lo que me costaría retrasar las fechas? Esperemos que no haga falta. Cada restaurante en el Medio Oeste tiene sótano y caldera. Son cosas básicas. Te entiendo. Pero el edificio llevará nuestro nombre. Dios nos libre si se desplomara el piso lastimando a la gente sólo por unos fallos de diseño. Hagamos las cosas con calma para procurar que todo se haga bien. Entonces, lo de hacer las cosas rápido se acabó, ¿no? ¿Acaba de colgarte? Sí. A no ser que la llamada se cortara violentamente. Bueno. Ya se calmará. ¿Dónde va a estar la parte delantera? Ensénamelo. Sí. Procuren que las ventanas sean lo suficiente grandes para que los clientes puedan ver el interior de la cocina, toda la cocina. No se ve bien. Déjame verlo. Ray. ¿Qué? Acabamos de recibir una carta de San Bernardino. Léemela. “Estimado Ray, gracias por escribirnos para compartir tu idea de hacer un trato de patrocinio con Coca-Cola para que aparezca el logo en la carta del local nuevo en Des Plaines. Desde luego, es una idea interesante. Tal como nos lo explicas, dicho acuerdo generaría una constante fuente de ingresos al restaurante sin ningún costo laboral adicional. Sin embargo ¿Cómo que sin embargo? Sin embargo, este concepto no concuerda con nuestros valores fundamentales. Se fundó McDonald’s con la familia en mente y no como algo estrictamente comercial. Qué cabrones. No tienen ni idea Etcétera, etcétera Vamos caballeros, a trabajar. Déjame explicártelo. Será algo muy pequeño, casi fuera de vista. Muy discreto. Es que no nos gusta la idea de convertir nuestra carta en una publicidad. Pero es que no es una publicidad, sino un patrocinio. Es de mal gusto. ¡Es dinero regalado! Hay muchas cosas que podríamos hacer para ganar más dinero, pero no significa que lo deberíamos hacer. ¡Muchos restaurantes lo hacen! Pues, nosotros no. ¿Por qué no? Porque no tengo el menor interés en dejarme enredar en esa clase de comercio descarado.
