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Sólo piensa en sí misma. Bueno, entonces desvístete. ¿Perdón? Quítate la ropa. ¿Ah sí? Sí. Para poder verte bien. Me gusta ver en qué me voy a meter. Bueno. ¿Qué? Cielos, estás gordo. Lo siento. ¡No es cierto! Sí. Mucho más que antes. Y tú eres mucho más cruel que antes. Yo… no quise decir eso. ¿Estoy gordo’? No quise ofenderte. Fue una observación. Si fuera mujer, no tendríamos o. Lo siento. Vamos. ¿Cuánto has subido’? ¿, kilos? ¡,! ¿Ves? No eres precisamente obeso. Ni siquiera corpulento. Ah, gracias. Lo siento. Ven. Es que fue algo… fue diferente. No lo esperaba. Eras muy delgado. Casi frágil. Cielos, sigues alabándome. Sí, pero ahora– Míralo de esta forma. Tienes cierta grandeza. Como los anillos en un tronco muestran el paso del tiempo: «Me gané el derecho de ocupar más espacio en el universo». Esas son babosadas. Lo intenté. Sarah siempre me dice que me ponga a dieta. ¡Ay! Siéntate. Descansa»,tronco». Cielos. ¿Qué sabe Sarah de la vida’? Es curioso, porque siento que tú eres un niño y yo una mujer mayor. Tenemos la misma edad. Sí, pero de alguna manera me siento mucho mayor que tú. ¿Por qué crees que sea eso’? Cielos, no sé por qué estamos haciendo esto. Esto no ayudó nada antes, ¿verdad? Y no va a ayudar nada ahora. Cielos, pusiste esa copa de champaña frente a mí. Sabía muy bien lo que iba a pasar. Vi la copa y pensé: «Cama. Cama. Cama, cama, cama». No, no es gracioso. Estoy casada con un cardiólogo respetado y trato de hacer lo correcto, pero hay– hay algo en ti que me manda… en la dirección opuesta. Esto no va a salir bien. No hay finales felices en nuestro futuro. Ya lo sé. ¿Lo sabes’? Lo sabía. Bueno. Fuera vestido. ¿Necesitas ayuda’? Con lo de arriba. ¿Qué habrías hecho sin mí’? Pasar apuros. Podrías haber estado atorada en ese vestido el resto de tu vida. O hasta volver a Londres. Londres. ¿Te llamo si voy algún día’? No. De ninguna manera. De todas formas, no me reconocerías. Quiero que me escuches. ¿Mm? Después. No. Ahora. Una mujer nunca tiene a un hombre tan interesado como antes del o.