El Señor Carro Express De Entrega, Juegos de El Señor Carro Express De Entrega Gratis El más hermoso juego de carreras de coches.
¡Ni una vara menos! Tiene siete mil millones de bloques de granito. Cinco mil millones de losas de caliza de Tura. Y nueve mil millones de talentos de oro. ¿Y las vidas de cuántos esclavos? ,. No, espera. Fueron ,. No. Lo necesitas para llegar al techo. Te veré arriba. Estás a su lado como si fuera tu amigo. Sé cómo se siente. Tener el favor de un dios. Es excitante. Lo siento, elegiste al equivocado. Está mejorando. Tu mujer aún está muerta, ¿verdad? Una lástima. Era muy hermosa. Su piel era tersa y adorable. Riquezas para el Más Allá. ¿Lo ves? Estoy listo para morir. ¡Ven, Apofis! Debiste quedarte bajo la arena. Entiendo que mataras por un reino, pero esto es una locura. Claro que no lo entiendes. ¿Cómo podrías? El hijo preferido de otro hijo preferido. Por cierto, Apofis va a devorar la Tierra de los Muertos. Nunca llegarás al Más Allá. ¿Qué? ¿Ahora quién eligió al dios equivocado? De hecho, quizá eche de menos nuestras reuniones. Pero aún no estás a mi altura. Tienes razón. Solo soy la carnada. Eres una molestia. ¡Horus! ¿No crees que tu ojo pudo haber sido más útil que un ladrón herido? Tal vez sí. Lamento todo lo que te he hecho. Incluyendo esto. Te perdono. Te dije que robaría el otro ojo. Pudiste ahorrarme problemas y decirme que no lo necesitabas. Ra me dio la solución, pero no lo escuché. Creí que necesitaba mi ojo para transformarme, pero Radio Online mi travesía no es buscar venganza a cualquier precio. Es proteger a mi gente. Deja de halagarte. Tienes más gente que proteger. Contemplen Radio Online al nuevo rey. Creí que eras el más grande de todos los dioses. Ahora mírate. No tienes nada. Soy Radio Online el dios más grande. Te permití vivir una vez. Te mostré compasión. Yo no cometeré ese error. Abuelo, aún hay tiempo. ¡Ya basta, bestia! Gracias. Hacemos un buen equipo. ¿Estás seguro de que no eres un dios? ¿De qué sería dios? ¿De la estupidez? De lo imposible. ¿Bek? Jamás estuve en deuda con nadie y ahora lo estoy contigo, mi nieto. Pídeme lo que desees. Las montañas se inclinarán ante ti, los vientos te obedecerán.