Mejor Uphill Rush 3

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¡Es el maldito teléfono! No deja de sonar. Lo lamento. Esta gente es insoportable. No entiendo ni una palabra cuando hablan. No entiendo nada. ¿Qué quieren de mí? ¿Quién creen que soy? Pero descolgamos el teléfono. Todas esas preguntas. El alboroto, las llamadas telefónicas. Empiezo a recordar. Ahora hasta sueño con eso. Dodgson ha vuelto para atraparme. ¡Ha vuelto! No sé qué hacer. Sra. Hargreaves. Sra. Hargreaves, puede sacarle mucho provecho a todo esto. ¿Qué dijo? Dinero, mucho dinero. ¿Cuánto? Miles. ¿Dólares o libras esterlinas? Como usted quiera. Todas esas llamadas han sido seguramente para invitarla a entrevistas, transmisiones, o para solicitarle su apoyo. Alguien osó pedirme que abriera una tienda de juguetes. ¿Acaso creen que soy una comerciante? ¿Cuánto? ¿Cómo dijo? ¿Cuánto le ofrecieron? ¿Acaso me pagarían Radio ? Pero por supuesto. Mucha lana. He notado que sólo aquellos que no tienen suficiente son los que le ponen nombres desagradables al dinero. La gente quieren comprar una parte del verdadero libro, Alicia y puedo llevarla al lugar preciso, en el momento preciso por el dinero preciso. ¿Sucede algo cariño? ¿Por eso me invitaste al baile? Para que Radio Bueno Radio no soy muy bueno bailando. ¿Cierto? Pensé que, pensé Radio Espera un minuto, Lucy. No te preocupes jovencito. Siéntase por favor y cuénteme. Sí. En cuanto a los flirteos deshonestos, siempre es mejor ahorrar mantequilla. Nunca la esparza con cuchillo. ¡Ese sentimiento! ¿Perdón? Que todo lo que se va a decir, se ha dicho antes. Sí, lo conozco. ¿Así que le robaste el corazón a la dulce chica Jack? No, el de la anciana. Mentiroso. Sally. Mentiroso. Tú eres mi chica. ¿No hablarás en serio? No, claro que no. Me voy a embriagar. Sí, señor Dolan. ¿Cómo es ella? Amargada, severa. Débil a veces y muy inglesa. No, la jovencita. Tímida, inocente Radio singular. ¿Y dulce? Un caramelo. Sólo, durante dos días calurosos sin agua en la inmensa pradera. Observado por un buitre solitario. Angelina Collier no encontraba paz, en ninguna parte. ¡Agua! Su caballo estaba exhausto. Tenía los labios partidos. Le pesaba el corazón. ¡Agua, agua! Pero Angelina no estaba sola. El Gran Jefe de los Renegados Serpiente Enrollada y su malvada tribu, ya habían visto a su próxima víctima inocente. Las complicaciones de esto Sra. Hergreaves Radio Querrá decir Sra. Hargreaves. Sí, señora Hargreaves. Empiece a leerlo, desde el principio Radio ¿Sí? Hasta que llegue al final. Sí. Pero, por favor, sienta lo que diga. Siempre siento lo que digo. Ella sabe qué hacer, señor Marl. Por favor, estoy trabajando. ¡No, oh no! Auxilio. Alguien que me ayude, por favor. Mientras tanto, en otra parte de la pradera, Tumbleweed Luke, en paz consigo mismo y el mundo cantaba una canción, mientras paseaba con su fiel caballo, Bala. Confieso que te amo, y tú me amas también. Confieso que te necesito, claro que sí. Te necesito siempre. En tus ojos veo algo extraño, pero niegas la verdad. Tu respuesta hace la diferencia y me pone triste. Temo que algún día me dejes y digas que seamos amigos si no es así