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Lo siento, pero es totalmente confidencial. Es un asunto de vida o muerte. Bueno, entonces tendrá que interrumpirle, ¿no? ¿Hola, Sir James? Hola, soy Michael Travis. Se trata de Patricia. Está en un aprieto. Bueno, está a salvo de momento, pero no estoy seguro por cuánto tiempo. No, Sir James, no puedo discutirlo por teléfono. Estoy seguro de que lo comprende. Bueno, tengo una tarde muy atareada, pero podría verle en, digamos, minutos. No, Sir James, no soy psiquiatra. Bien. Ah, por cierto, Sir James juegos ¿Cuál es su estación de metro más cercana? Gracias. ¿Sr. Travis? ¿Le importaría tomar asiento y esperar un momento? Sir James está todavía reunido. Gracias. Es sólo una cuestión de tiempo. Otros seis meses es lo que necesito. ¿Tres? ¡No, no, no! ¡Cabrón asqueroso! ¡Cerdo! Tiene que calmarse. ¿No te das cuenta de que es un concepto revolucionario? Veinticinco años de mi vida. Veinticinco años desperdiciados. Veinticinco años por el desagüe. ¡Oh, Dios! ¡Todo a la basura! Profesor juegos Profesor, tiene que contenerse. ¡Cabrón!¡Cerdo! Profesor. Ayúdeme. No quiero irme. No voy a irme. No les deje hacerlo. Sta. Hunter, dos valiums y vino de cebada para el profesor Stewart. William, una silla para el profesor Stewart. Sr. Travis. El tiempo de Sir James cuesta libras el minuto. Por favor, sea breve. El Sr. Michael Travis, Sir James. Bien, joven. No me andaré por las ramas, señor. Es su juegos No me andaré por las ramas, señor. Es su hija, Patricia. Tiene un problema serio. ¿Qué tipo de problema? Bueno, señor, lo habitual. Malas compañías, protestas, drogas. Ah, todo eso. Sí. Creo que podemos salvarla, señor. Creo que debería volver con su familia juegos a un entorno familiar. ¿Sabe al menos dónde está, señor? Esto debe romperle el corazón, Sir James. Usted me sorprende. Ella le necesita, Sir James. Qué extraño. El problema es que estoy terriblemente ocupado. No, no, no. No pienso tolerarlo. Profesor. Profesor, por favor. Voy a volver ahí dentro. Está bien, si eso es lo que Ud. quiere. Pero aquí, ahora, enfrente de sus propios ojos, Sir James. William. William, deténgale a toda costa. Profesor, por favor. Ahora, ahora. Profesor, por amor de Dios. ¡Déjeme ir! ¡Déjeme ir! Srta. Hunter. Sí, Sir James. Diga a la junta directiva que venga a mi despacho. Tengo una muy grave y penosa noticia para ustedes. El profesor Stewart ha muerto. El profesor Stewart vino a la vida hace años juegos De procedencia humilde. Su padre era un relojero de Glasgow. A los años, obtuvo una beca de Cambridge. Durante la guerra, sus investigaciones