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Mujeres blancas han quemado negros sabiendo que son sus amantes. No es un problema racial. Es un problema de si eres capaz de ver tu vida y hacerte responsable de ella, y luego comenzar a cambiarla. La gran casa occidental de la que vengo es una, yo soy un hijo de esa casa. Sólo que soy el hijo más despreciado de la casa. Y es porque los estadounidenses son incapaces de enfrentar el hecho de que soy carne de su carne, hueso de sus huesos, creado por ellos. Mi sangre, la sangre de mi padre, están en este suelo. IMITACIÓN DE LA VIDA Buenos días, señora. Está lloviendo fuerte, traje plásticos y abrigos para llevar a mi hija a casa. Me temo que está equivocada. ¿Este no es el B? Sí. Este es. No puede ser. No tengo a ninguna niña de color en la clase. Gracias. Ahí está mi niña. Peola, puedes irte a casa. No sabía que era de color. Yo tampoco. ¡Te odio! ¡Peola! Sé muy bien que mis ancestros no querían venir a este lugar. Pero tampoco los ancestros de la gente blanca, ESCLAVOS BLANCOS Y NEGROS DE NUEVO ORLEANS y quienes necesitaban una canción de mi cautiverio. Necesitaban una canción de mí, más que para festejar mi cautiverio, para justificar el de ellos. PU REZA Siempre he sido atacado en Estados Unidos por una pobreza emocional sin fondo y un terror a la vida humana y al contacto humano tan profundos que prácticamente ningún estadounidense parece capaz de alcanzar alguna conexión orgánica y viable entre su postura pública y su vida privada. El fracaso en la vida privada siempre tiene el efecto más devastador en la conducta pública estadounidense y en las relaciones entre blancos y negros. Si los estadounidenses no estuvieran tan asustados de sus yo privados, nunca se habrían vuelto tan dependientes delo que ellos llaman “el problema negro”. Dijeron que no era lindo decir “negro”. EL ODIO ES CIEGO ¡Negro! Pobres niños negros, ama a los niños negros. ¿Quién me ama a mí? ¿Quién? Este problema, que ellos inventaron para salvaguardar su pureza, los ha convertido en criminales y monstruos y los está destruyendo. Y esto no ocurre por nada que los negros estén o no haciendo, sino por el papel que la imaginación blanca culpable y restringida les asignó a los negros. Mira, amigo, no me veas así. Debiste haber obtenido lo que te merecías después de que le escupiste en la cara. FUGITIVOS ¿Por qué juegos ? Es imposible aceptar la premisa de la historia, una premisa basada en el profundo malentendido estadounidense sobre la naturaleza del odio entre blancos y negros. El momento llegó. La raíz del odio de los negros es la ira, y no es que odie a los blancos, sino más bien que los quiere fuera de su camino y, por sobre todo, fuera del camino de sus hijos. La raíz del odio de los blancos es el miedo. Te mataré. Un miedo profundo e innombrable que se centra en esta espantosa figura, una entidad que vive sólo en su cabeza. ¡Corre! ¡Vamos! No lo lograré. Cuando Sidney saltó del tren, los blancos liberales del centro estaban muy tranquilos y felices. Pero cuando los negros lo vieron saltar del tren, gritaron: “¡Regresa al tren, tonto!”.¡! El hombre negro salta del tren para tranquilizar a la gente blanca,